Nombre: Million dollar baby
Dirección: Clint Eastwood
Producción: Henry Bumstead
Guión: Paul Haggis; basado en relatos recogidos en "Rope burns" de F.X. Toole.
Música: Clint Eastwood
Fotografía: Tom Stern
Montaje: Joel Cox
Vestuario: Deborah Hooper
Reparto: Clint Eastwood, Hilary Swank, Morgan Freeman, Jay Baruchel, Mike Colter, Lucia Rijker, Brían F. O'Byrne, Anthony Mackie, Margo Martindale, Riki Lindhome, Michael Peña, Bruce McVittie
Datos y cifras
País: Estados Unidos
Año: 2004
Género: Drama
Duración: 137 minutos
SINOPSIS
Frankie Dunn ha entrenado y representado a los mejores púgiles durante su dilatada carrera en los cuadriláteros. La lección más importante que ha enseñado a sus boxeadores es el lema que guía su propia vida: por encima de todo, protégete primero a ti mismo. Tras una dolorosa separación de su hija, Frankie ha sido incapaz durante mucho tiempo de acercarse a otra persona. Su único amigo es Scrap, un ex-boxeador que cuida del gimnasio de Frankie y sabe muy bien que tras el arisco exterior de su colega, hay un hombre que acude a misa diariamente desde hace 23 años, buscando una redención que hasta ahora le elude. Entonces, Maggie Fitzgerald aparece un día en su gimnasio. Maggie nunca ha tenido mucho, pero sí posee algo que muy poca gente en el mundo tiene: sabe lo que quiere y está dispuesta a hacer lo que haga falta para conseguirlo. En una vida de lucha constante, Maggie ha llegado hasta donde está apoyándose en su innato talento, impasible concentración y tremenda fuerza de voluntad. Pero más que nada, lo que desea es a alguien que crea en ella. La última cosa que Frankie necesita en este mundo es asumir ese tipo de responsabilidad y no digamos de riesgo. Sin rodeos, le describe a Maggie la amarga realidad: ella es demasiado mayor, y él no entrena a chicas. Pero la palabra no carece de significado cuando no se tiene elección. Incapaz de abandonar su máxima ambición en esta vida, Maggie se machaca cada día en el gimnasio, con el único apoyo de Scrap. Finalmente, convencido por la inquebrantable determinación de Maggie, Frankie acepta a regañadientes entrenarla.
COMENTARIO
Poderosa, sencilla, conmovedora, impecable… Million Dollar Baby es una muestra más del cine que se puede lograr sin gastar tremendas sumas de dinero; una obra maestra de dirección, actuación y argumento. Una joya que nos muestra el poder arrasador del deseo y la perseverancia… Sin embargo, al ser un sueño brotado del talento de Eastwood, no puede estar hecho de otra cosa que de drama, pasión y profunda realidad humana.
Maggie Fitzgerald (Hillary Swank) es una boxeadora amateur con poco talento y ya muy alejada de su edad ideal, sin embargo hay una voluntad que le carcome el alma, una aspiración demoledora: Tener una oportunidad y demostrar que puede llegar a ser una campeona.
Alimentarse de sobras, trabajar de mesera, carecer de televisión y vivir miserablemente… Si ése es el precio para poder pagarse un gimnasio, un equipo y conocer al entrenador adecuado, Maggie está dispuesta a hacerlo.
Ese entrenador “adecuado” resulta ser un veterano impresionante no sólo en la cinta, sino en la vida real, Frankie Dunn, Clint Eastwood, protagonista y director. Frankie, no sólo sabe de boxeo, sabe del dolor, de la soledad, del remordimiento, de las oportunidades escapadas y los ideales no cumplidos, en fin, de aquello de lo que está hecha la vida misma. A su lado, su amigo y empleado en el gimnasio, Scrap, (Morgan Freeman), es su apoyo, su dolor de cabeza, su conciencia y el narrador omnisciente que con voz trémula nos guía a través de este viaje fascinante de poder y pasión.
La historia de un padre sin hija, una hija sin familia y un boxeador cuyos ojos le robaron su pelea de clausura. Un trío de seres humanos de carne y hueso que experimentan no sólo una vivencia brotada de un guión dramático digno del Oscar, sino la escenificación misma del crudo destino; ése que te puede entregar todo en una noche y arrebatártelo a la mañana siguiente; ése, que te hace saber que los que te aman no son aquellos que supuestamente debían, sino los hermanos de sueños que encuentras a lo largo del camino; destino, que te asegura, que no necesitas títulos ni fama para ser grande, porque la verdadera grandeza proviene de la humildad y el entendimiento que brinda el hacer cada mañana, lo que más amas en la vida.
El argumento de este knock out cinematográfico proviene de la adaptación del libro Rope Burns: Stories From the Corner, de Jerry Boyd, (verdadero nombre de F.X. Toole), un entrenador de boxeo de 70 años, por lo que la historia habla, huele, viste y respira exactamente como se hace en un cuadrilatero. Los diálogos son enternecedores a veces, devastadores en otras e hilarantemente cómicos cuando es necesario romper la tensión. Un guión que sumado a las tres fastuosas actuaciones, golpea una y otra vez al espectador, que sale de la sala molido por la tremenda paliza visual provocada por esta experiencia cinematográfica.
Cuando Los Imperdonables llegó a la pantalla, la cinta se robó a tiros las alabanzas hacia Eastwood, calificándola como su obra maestra; años más tarde, la muerte y la venganza, plasmadas con crudeza en Rio Mistico, le señalaron como un genio y su obra cumbre. Hoy, a punta de jabs y ganchos al hígado, puedo decirles en lo personal, que Million Dollar Baby es el mejor producto de Eastwood a la fecha. Simple, profundo, conmovedor, real. El viejo Clint, como los buenos vinos, tiene un mejor sabor con cada cinta de añejamiento.
Como dato anecdótico… algunos de ustedes recordarán con crudeza una escena de Rocky; (antes de que se hiciera una burda telenovela cinematográfica) aquel diálogo de Rocky con Mickey, cuando le dice en medio de su pelea por el título —No puedo ver, córtame el párpado —, a lo que su entrenador responde con un buen tajo de su navaja. La escena me había impactado… hasta que Maggie le dijo a Frankie — Arréglame la nariz- .