jueves, 4 de diciembre de 2008

EL LABERINTO DEL FAUNO

Año: 2006
Pais: España-Mexico
Dirección y guión: Guillermo del Toro
Productores: Guillermo del Toro, Álvaro Augustín, Alfonso Cuarón, Berta Navarro, Frida Torresblanco
Productor Ejecutivo: Edmundo Gil
Director de Fotografía: Guillermo Navarro
Música: Javier Navarrete
Montaje: Bernat Vilaplana
Diseño de Producción: Eugenio Caballero
Sonido: Miguel Polo
Maquillaje Especial: David Martí (DDT)
Maquillaje: Pepe Quetglas
Figurinista: Lala Huete
Efectos Especiales: Reyes Abades
Interpretes: Sergi López(Vidal), Maribel Verdú(Mercedes), Ivana Baquero(Ofelia), Alex Angulo(Doctor), Ariadna Gil(Carmen), Doug Jones(Fauno), César Bea(Serrano), Manuel Solo(Garcés), Roger Casamayor(Pedro)


SINOPSIS

“El laberinto del fauno” nos sitúa en el año 1944, quinto año de paz, y cuenta el apasionante viaje de Ofelia (Ivana Baquero), una niña de 13 años que junto a su madre, Carmen (Ariadna Gil), convaleciente a causa de un avanzado estado de gestación, se traslada hasta un pequeño pueblo en el que se encuentra destacado Vidal (Sergi López), un cruel capitán del ejército franquista, nuevo marido de Carmen y por el que Ofelia no siente ningún afecto.
La misión de Vidal es acabar con los últimos vestigios de la resistencia republicana, escondida en los montes de la zona.
También ahí se halla el molino donde Vidal tiene su centro de operaciones; en él les aguardan Mercedes (Maribel Verdú), una joven que se encuentra a cargo de los demás miembros del servicio, y el doctor (Alex Angulo), que se hará cargo del delicado estado de salud de Carmen.
Una noche Ofelia descubre las ruinas de un laberinto donde se encuentra con un fauno (Doug Jones), una extraña criatura que le hace una increíble revelación: Ofelia es en realidad una princesa, última de su estirpe, a la que los suyos llevan mucho tiempo esperando. Para poder regresar a su mágico reino, la niña deberá enfrentarse a tres pruebas antes de la luna llena. En el transcurso de esta misión, fantasía y realidad se abrazan para dar rienda suelta a una maravillosa historia donde la magia que rodea a Ofelia nos transporta a un universo único, lleno de aventuras y cargado de emoción.



COMENTARIO

Obviando sus múltiples nominaciones a los premios Oscar 2007, la cinta del mexicano, realizada en España y con reconocidos actores de la península, tiene la gran virtud de hacer congeniar dos estilos diametralmente opuestos en el papel, pero que sin embargo el director supo unir en una cinta que difícilmente será catalogada como absurda, o sentimentalista, para así convertirse en un referente dentro de la cinematografía española, Del Toro parece que quiere dejar su marca en el cine hispano, y vaya que lo está logrando.
“El Laberinto del Fauno” es un drama que tiene como una de sus misiones hacer más tragable la experiencia que España, así como muchas sociedades, han vivido bajo el yugo del militarismo más intimidante.


La historia no es apta en ningún caso para niños, aunque es la pequeña Ofelia quien lleva los hilos de esta sorprendente trama, ya que es una niña que se ve obligada a acompañar a su madre, Carmen, a un pueblo rural de la España de 1944, ya que luego de enviudar se ha vuelto a casar y se encuentra embarazada. Su padrastro es ahora el rígido y cruel Vidal, uno de los tantos capitanes del ejército franquista de aquellos años. Así entonces, para hacer más llevadera su existencia, la niña comienza a vivir en un mundo paralelo y fantasioso que la hace alejarse, hasta cierto punto, de la traumática situación que se vive fuera de casa, con Vidal llevando a cabo una despiadada persecución contra la resistencia republicana, quienes incluso han infiltrado al círculo más íntimo del fascista capitán.
Ofelia, cuyas únicas compañías del lado terrenal son su madre y la abnegada empleada Mercedes, comienza a entablar amistad con extraños seres, algunos de ellos insectos con forma humanoide que vuelan a su alrededor, y por sobre todo, con un llamativo y enigmático Fauno, quien la hará cumplir algunas pruebas dentro de este mundo imaginario luego de una sorprendente revelación, siempre apuntando a hacer lo correcto, aunque a simple vista no lo parezca. Resulta fácil entender entonces porqué entre la pequeña Ofelia y Vidal crecerá una enorme antipatía que desafortunadamente tendrá consecuencias. Será ese antagonismo el que reforzará la idea central del film, que por más dura y traumática que sea la vida nunca debe perderse la capacidad de soñar.
Con una fotografía cargada hacia los tonos sepias, especialmente con ese tinte azulado, además de excelentes aspectos técnicos como vestuario, maquillaje y efectos de animación, “El Laberinto del Fauno” no deja ningún detalle técnico al azar, y transforma al largometraje de Del Toro en uno de los mejores trabajos de producción del cine de habla hispana. En el plano de las actuaciones no hay mucho que decir, salvo la gran performance de Maribel Verdú en su doble rol dentro del círculo de Vidal, pero a diferencia de otras opiniones, no me convenció del todo Sergi López, que por momentos me pareció solo una caricatura de los militares al servicio de ideologías totalitarias, con muy pocos matices dentro de este personaje que, así como provocador y detestable, debió ser mucho más complejo de lo que finalmente resultó.
Aún así, el resultado final es notable, especialmente en dirección y guión, ambos a cargo de Del Toro, por lo que “El Laberinto del Fauno” está destinada a convertirse en un clásico, más allá de algunos lunares, porque lo cierto es que combinar fantasía y drama de la forma que lo hizo su director no pasará indiferente, porque es por lejos de lo mejor que el cine de la península nos ha brindado en estos años.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

EL PROCESO

Titulo original: The Trial (Le Procès)
Año: 1962
Duración: 118 min.
País: Francia
Director: Orson Welles
Guión: Orson Welles (Novela: Franz Kafka)
Música: Jean Ledrut
Fotografía: Edmond Richard
Reparto: Anthony Perkins, Romy Schneider, Jeanne Moreau, Orson Welles, Elsa Martinelli, Akim Tamiroff
Productora: Coproducción Francia-Italia-Alemania

SINOPSIS
Basado en una novela de F. Kafka y dirigida por el gran Orson Welles, "El Proceso" cuenta la historia de Josef K., quien se despierta encontrando a la policía en su habitación. Le dicen que debe ir a un juicio, pero no le informan de lo que ha sido acusado. Para averiguar el motivo de su acusación y protestar por su inocencia, intenta ver lo que hay detrás del sistema judicial. Pero dado que sus averiguaciones no dan frutos, parece no haber escapatoria para él en esta pesadilla kafkiana.

COMENTARIO
No sabía muy bien qué quería decir la gente cuando decía “es muy kafkiano”, por ejemplo; bien, ahora lo sé. Digamos que por extensión significa “algo muy raro”, que es lo que entiende todo el mundo. Pero no es solamente rareza, es algo más, es paranoia, es locura, es absurdez.Puede que en 1962 “ésta película fuese la cumbre del arte cinematográfico”, como dijo nada menos que Charles Chaplin. Lo que es seguro es que se trata de puro cine moderno; Orson Welles triunfa en ésta titánica y avasalladora empresa, arriesgada a más no poder, y adapta una obra cumbre de la literatura mundial como nadie más podría hacerlo. La inteligencia, el talento y el sentido del arte brillan aquí como el sol.Un dato importante es decir que no me he leído el libro, de Kafka sólo La Metamorfosis, pero aún así creo que no pudo quedar mejor esta película.Visualmente impactante, ésta obra maestra mete el dedo en la llaga y hurga en los subsuelos podridos de la justicia creando una atmósfera de hermosa perturbación y angustiosa impotencia.Enigmática, subyugante, incómoda, se trata de un viaje a los confines de un infierno laberíntico, plagado de contrapicados asombrosos, de grandes angulares perfectos, deformando la realidad como en una pesadilla. De hecho, es lo más parecido a una pesadilla.Pocas son las escenas que no pasaron a la historia, con un desenlace brutal, balbuceando entre la demencia un alegato destructor contra la burocracia, contra los engranajes del poder, contra la imposibilidad del individuo ante un sistema injusto.

Aquí no importa nada de qué se le acusa a K, aquí lo que importa es la impresionante actuación de Anthony Perkins (Psicosis) y cómo se va derrumbando, doblegando poco a poco cada vez más y más…Es el Réquiem por un Sueño de los 60′, es al cine lo que El Almuerzo Desnudo es a la literatura, un ejercicio desquiciado, frenético, desesperado y atroz de brillante locura.

Una de las máximas virtudes que tenía Welles, y ello queda denotado claramente en su obra, es la gran capacidad del realizador para hacerse suyo un texto ajeno. Tanto de obras clásicas de carácter mítico como pueden ser Macbeth, Othello, Campanadas a medianoche y El Quijote; obras de excelente calidad como El cuarto mandamiento (Los magníficos Amberson) de Booth Takington, El proceso o Una historia inmortal (Une histoire inmortelle, 1968) de Isak Dinesen; o, y lo que resulta más sorprendente, de novelas de segunda y tercera fila con las que Welles haría maravillosas obras como son La dama de Shanghai (The Lady from Shanghai, 1948) de la novela If I die before I wake de Sherwood King y Sed de mal de la novela Badge of evil de Whit Masterson.