TITULO ORIGINAL:La vita è bella
AÑO: 1998
DURACIÓN: 117 min.
PAÍS: Italia
DIRECTOR: Roberto Benigni
GUIÓN: Roberto Benigni & Vicenzo Cerami
MÚSICA: Nicola Piovani
FOTOGRAFÍA: Tonino Delli Colli
REPARTO: Roberto Benigni, Nicoletta Braschi, Giorgio Cantarini, Marisa Paredes, Giustino Durano, Horst Buchholz
PRODUCTORA: Miramax International / Mario & Vittorio Cecchi Gori presentan una producción Melampo Cinematografica
AÑO: 1998
DURACIÓN: 117 min.
PAÍS: Italia
DIRECTOR: Roberto Benigni
GUIÓN: Roberto Benigni & Vicenzo Cerami
MÚSICA: Nicola Piovani
FOTOGRAFÍA: Tonino Delli Colli
REPARTO: Roberto Benigni, Nicoletta Braschi, Giorgio Cantarini, Marisa Paredes, Giustino Durano, Horst Buchholz
PRODUCTORA: Miramax International / Mario & Vittorio Cecchi Gori presentan una producción Melampo Cinematografica
SINOPSIS:
Unos años antes de que comience la Segunda Guerra Mundial, un joven llamado Guido llega a un pequeño pueblo de la Toscana italiana con la intención de abrir una librería. Allí conocerá a Dora, la prometida del fascista Ferruccio, con la que conseguirá casarse y tener un hijo. Con la llegada de la guerra los tres serán internados en una campo de concentración donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego.
COMENTARIO:
Sin duda alguna La vida es bella es una película que ha conseguido romper moldes. Con dos partes claramente diferenciadas y opuestas una romántica y otra totalmente dramática, Benigni explota magistralmente el sentimiento, consiguiendo embaucar al espectador y hacerlo partícipe de la penas y alegrías de los protagonistas. El director italiano es un genio capaz de convertir lo más triste en algo gracioso, de arrancar una sonrisa, de hacer llorar y lo que es aún más difícil, hacer reír.
Es gratificante que por fin se reconozcan los méritos del cine europeo que, por otro lado, no tiene nada que envidiar a las super producciones norteamericanas. Este es un claro ejemplo de que los europeos suplen la falta de dinero con una asombrosa calidad.
Sin duda alguna La vida es bella es una película que ha conseguido romper moldes. Con dos partes claramente diferenciadas y opuestas una romántica y otra totalmente dramática, Benigni explota magistralmente el sentimiento, consiguiendo embaucar al espectador y hacerlo partícipe de la penas y alegrías de los protagonistas. El director italiano es un genio capaz de convertir lo más triste en algo gracioso, de arrancar una sonrisa, de hacer llorar y lo que es aún más difícil, hacer reír.
Es gratificante que por fin se reconozcan los méritos del cine europeo que, por otro lado, no tiene nada que envidiar a las super producciones norteamericanas. Este es un claro ejemplo de que los europeos suplen la falta de dinero con una asombrosa calidad.