TITULO ORIGINAL: It's a Wonderful Life
AÑO: 1946
DURACIÓN: 129 min.
PAÍS: USA
DIRECTOR: Frank Capra
GUIÓN: Frances Goodrich, Albert Hackett, Frank Capra
MÚSICA: Dimitri Tiomkin
FOTOGRAFÍA: Joseph Walker & Joseph Biroc (B&N)
REPARTO: James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Henry Travers, Beulah Bondi, Ward Bond, Frank Faylen, Gloria Grahame
PRODUCTORA: RKO presents a Liberty Films Inc. Production
GÉNERO: 1946: 5 nominaciones a los Oscar: Mejor película, director, actor (James Stewart), montaje y sonido / Drama. Navidad
AÑO: 1946
DURACIÓN: 129 min.
PAÍS: USA
DIRECTOR: Frank Capra
GUIÓN: Frances Goodrich, Albert Hackett, Frank Capra
MÚSICA: Dimitri Tiomkin
FOTOGRAFÍA: Joseph Walker & Joseph Biroc (B&N)
REPARTO: James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Henry Travers, Beulah Bondi, Ward Bond, Frank Faylen, Gloria Grahame
PRODUCTORA: RKO presents a Liberty Films Inc. Production
GÉNERO: 1946: 5 nominaciones a los Oscar: Mejor película, director, actor (James Stewart), montaje y sonido / Drama. Navidad
SINOPSIS
En plenas fechas navideñas, George Bailey (James Stewart), un honrado y modesto ciudadano que siempre ha ayudado a sus vecinos, intenta suicidarse para evitar el escándalo que se va a producir debido a la desaparición de una importante suma de dinero. George cree que nada podrá hacer para que todo acabe en manos del ávaro banquero Henry F. Potter (Lionel Barrymore), y que quitándose la vida aliviará no sólo su sufrimiento sino el de su querida esposa Mary (Donna Reed) y familia. Pero en el último momento Bailey es salvado por Clarence (Henry Travers), su viejo ángel de la guarda...
COMENTARIO
Qué bello es vivir (It's a wonderful life), es una película deliciosa y repleta de valores. Sin duda, una de la mejores películas de la historia del cine, al menos una de la más humanas. Frank Capra no dudaba en afirmar que era su favorita y lo mismo le sucedía a Jimmy Stewart. Es una película, claro, de las de antes. Con una historia que nos enseña la importancia que tiene el darse a los demás, y la trascendencia y repercusión que las buenas obras de cada uno tendrán en el cielo... y tienen también en la tierra. Es una película optimista, divertida, muy humana, alegre, y desde luego esperanzadora. Y es que después de verla lo primero que se piensa es... ¡qué bello es vivir! La película cuenta la vida de un hombre, George Bailey (James Stewart). Cuenta la historia de su vida. Pero comienza desde el presente, de forma que prácticamente todo el film es un flashback. George desesperado por un problema en los negocios, duda en suicidarse para pagar la deuda con el seguro de vida. Es el día de Navidad. Ante tal situación Dios acude en su ayuda enviándole a su ángel de la guarda para salvarle. Éste le hace ver lo valiosa que ha sido su vida y lo mucho que ha repercutido para el bien de Bedford Falls. Y le concede un privilegio, ver lo que hubiese sucedido si él no hubiese existido... Después de esto, George, un tipo con un gran corazón, recupera la alegría de vivir. El film cuenta con la presencia de actores de primera categoría como James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Ward Bond, Henry Travers, Frank Faylen... Como en muchas de sus películas, aunque en ninguna de ellas con tanta brillantez, Capra nos alecciona sobre los verdaderos valores humanos. Que lejos del dinero, prestigio o poder, son el darse a los demás, el ayudar, el comprender, el olvidarse de uno mismo... Quizá pueda parecer que con tal tema de fondo la película deba ser aburrida. Nada más lejos de la realidad. Es una película deslumbrante, divertida, ocurrente y sincera. Rica en la caracterización de personajes (George, Potter, Mary, Ernie, Bert, el tío Billy, Clarence, Violeta...), como sucede en las grandes películas, puede decirse que no le sobran ni cinco minutos... Sin embargo, no llegó a ganar ningún Oscar a pesar de contar con cinco nominaciones (entre ellas mejor película, director y actor...). Hubiera sido el cuarto Oscar de Frank Capra. Pero 1946 fue el gran año de Los mejores años de nuestra vida obra de otro monstruo, William Wyler. Qué bello es vivir quedó en el olvido poco después y no alcanzó el éxito comercial. De hecho, llegó a perder 525.000 dólares el primer año. Tuvo que ser casi dos décadas después cuando, extinguida su exclusiva, comenzó a emitirse por televisión (sobre todo en fechas navideñas) y encontró su merecido reconocimiento y acogida popular. «No la hice para los críticos aburridos ni para los intelectuales pedantes. La hice para la gente sencilla como yo; gente que quizás había perdido a su marido, o a su padre, o a su hijo; gente que estaba a punto de perder la ilusión de soñar, y a la que había que decirle que ningún hombre es un fracasado» confesó Capra en su autobiografía. Una película inolvidable.