Título Original: Apocalypto
Dirección: Mel Gibson
Género, País y Año: Aventuras/USA/2006
Reparto: Rudy Youngboold, Dalia Hernandez, Raoul Trujillo, Gerardo Taracena, Fernando Hernandez Perez, Maria Isidra Hoil
Duración: 139 minutos
Dirección: Mel Gibson
Género, País y Año: Aventuras/USA/2006
Reparto: Rudy Youngboold, Dalia Hernandez, Raoul Trujillo, Gerardo Taracena, Fernando Hernandez Perez, Maria Isidra Hoil
Duración: 139 minutos
SINOPSIS:
Película dirigida por Mel Gibson, hablada en lengua Maya. Es una cinta ambientada en los tiempos finales de la civilización Maya. Sin embargo, la historia no esta referida especialmente a esta cultura, sino que narra los hechos de un joven cazador Jaguar Paw (Rudy Youngblood), que vive en una comunidad en la selva de la península del Yucatán (México), la que una mañana es brutalmente atacada por guerreros, causando destrucción, muerte y secuestrando hombres para sacrificarlos y mujeres para entregarlas como esclavas a los dioses. Jaguar Paw se resiste junto a algunos compañeros de tribu, pero finalmente logra
COMENTARIO:
Apocalypto se abre con una cita de Will Durant que reza: «Una gran civilización no se conquista desde fuera hasta que se ha destruido desde dentro». No deja de ser paradójico que mientras el último (y monumental) trabajo de Mel Gibson arranca con tan fehaciente sentencia, La caída del Imperio Romano (The Fall of the Roman Empire, 1964) da sus postreros coletazos a la vez que una voz en off pronuncia una frase muy parecida. Y es que hay no pocas coincidencias entre esa huida de Livius y Lucilla a través de una ciudad que se resquebraja carcomida por el fuego de la degradación moral, la opulencia y el odio, y el violento escape de Jaguar Paw, dejando atrás una metrópoli donde el hombre es masacrado por el hombre en pos de un supuesto bien elevado, y donde el desarrollo y la civilización van unidos a la marginación, la esclavitud y la humillación. Lejos de establecer fatuas comparaciones, la equivalencia no resulta nada baladí cuando estamos hablando de dos directores situados fuera del sistema: Anthony Mann se había marchado a rodar fuera de los Estados Unidos —si bien con dinero norteamericano— y su muerte rondaba próxima, mientras que a Mel Gibson no le ha faltado mucho tiempo para abandonar el manto castrante de las majors tras Braveheart (1995), y posicionarse como un artista celosamente independiente, liberado por completo de cualquier corriente de pensamiento mayoritario. Ambos directores, a su manera, desde el suntuoso colossal o el género puro de aventuras, se acercan a la destrucción de grandes imperios, a su disolución desde el interior de sus entrañas impulsada por su propia ansia de poder y control, pero sobre todo, a la generalización de esta tesis, volviendo al pasado para mirar al presente….o al futuro.