jueves, 25 de diciembre de 2008

REBECCA

TITULO ORIGINAL: Rebecca
AÑO: 1940
DURACIÓN: 130 min.
PAÍS: EEUU
DIRECTOR: Alfred Hitchcock
GUIÓN: Robert E. Sherwood & Joan Harrison (Novela: Daphne du Maurier)
MÚSICA: Franz Waxman
FOTOGRAFÍA: George Barnes (B&N)
REPARTO: Laurence Olivier, Joan Fontaine, George Sanders, Judith Anderson, Nigel Bruce, Reginald Denny, C. Aubrey Smith, Gladys Cooper
PRODUCTORA: David O. Selznick Production / United Artists
GÉNERO Y CRÍTICA: 2 Oscar: mejor película, fotografía / Intriga /


SINOPSIS
Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. Poco después, De Winter y la joven se casan, y ambos van a la mansión inglesa de Manderley, residencia habitual de De Winter. Pronto la señora Winter se da cuenta de que no puede borrar en su marido el recuerdo de su difunta esposa.

COMENTARIO
Rebeca es una película muy reconocida del maestro del cine Alfred Hitchcock que, desde mi punto de vista, está sobredimensionada.El film se divide en tres partes bien diferenciadas. La primera, de una media hora de duración, es el encuentro entre la pareja protagonista. Con un cierto tono cómico, tranquilo y sosegado y escaso interés, Hitchcock nos muestra los dos mundos de los protagonistas, la riqueza de uno y la pobreza de la otra. La segunda parte, se desarrolla dentro de la casa de Manderlay, en la que Joan Fontaine se ve sometida a un auténtico tormento. Su vida se hace imposible de manera progresiva, vive en una angustia muy difícil de soportar. Esto, en un principio, resulta ser un tema realmente muy interesante, ver cómo una persona no puede vivir tranquila en su propia hogar, siendo acosada por los visitantes y por todos los que viven en ella. Pero... Hitchcock narra la historia con el freno de mano echado. Un ritmo lento y cansino, con situaciones que realmente ni dan miedo, ni dan suspense, ni misterio. Unos diálogos realmente vacíos, sin una trama de por medio, sólo ver cómo una persona la van destruyendo poco a poco, sin el sentido del humor del director británico, sin crear angustia, ni tensión... en fin, un sopor en muchos aspectos que consigue aburrir de manera considerable.La tercera sin dudas es la mejor de todas. Se empiezan a revelar los secretos que esconden los protagonistas, se crea una buena trama de misterio, diálogos rápidos, ágiles e interesantes, hasta llegar a un notable final para nada predecible. Alfred salva los muebles por los pelos, pero muy por los pelos.En cuanto a las actuaciones, un gran Lawrence Olivier, con estilo, seco y parco en palabras, un tipo frío que no muestra sus sentimientos hasta el final. Joan Fontaine un poco perdida, una chica sin pasado alguno y sin nombre, que deambula por la pantalla. No consigue que el espectador empatice con su sufrimiento, no consigue dar lástima. La mejor sin duda, Judith Anderson. Inconmensurable. Una mujer que da miedo, que acosa a Joan, que es impertinente, fría, cruda, con sentimientos casi necrófilos por Rebeca... Su sola presencia, con esa gélida mirada autoritaria, consigue crear gran angustia.En definitiva, la cinta más impersonal de Hitchcock es la única que ha ganado el Oscar a la mejor película. Los académicos de Hollywood nunca entendieron a Hitchcock, y yo nunca entenderé al Hitchcock de esta película.