jueves, 6 de noviembre de 2008

MONSTER

TITULO ORIGINAL: Monster
GENERO: Thriller
PAIS: Estados Unidos/Alemania
DURACION: 109 Minutos
AÑO: 2003
DIRECTOR: Patty Jenkins
GUION: Patty Jenkins
INTERPRETES: Bruce Dern, Charlize Theron, Christina Ricci y Lee Tergesen
PRODUCTOR: Charlize Theron, Mark Damon, Donald Kushner y Clark Peterson
FOTOGRAFÍA: Steven Bernstein


SINOPSIS

Basada en la vida real de Aileen Wuornos, una mujer que ejercía la prostitución y que fue ejecutada por el asesinato de seis hombres, entre ellos un policía. Cerca de la desesperación suicida, Aileen Wuornos (Charlize Theron) llega a Florida. En un bar conoce a Selby Wall (Christine Ricci), una mujer joven enviada por sus padres a vivir con su tía para "curar su homosexualidad", y se enamora de ella. Aileen continúa trabajando como prostituta y una noche uno de sus clientes se pone violento y ésta termina disparándole. Será el primero en su trágica cuenta de asesinatos


COMENTARIO

Uno de los temas más explotados por los cineastas ha sido definitivamente el de los asesino en serie. La recepción por parte de la crítica y por la misma Academia de Artes Cinematográfica ha sido tal que en 1991, la película El silencio de los Inocentes se convirtió en la única ganadora de los cinco premios más importantes que se entregan cada año, los Oscar: Mejor película, director, actriz, actor y guión adaptado. La película que hoy es motivo de crítica, Monster, ha ganado el Oscar a la mejor actriz, única nominación que tenía. Por tanto, una vez más queda constancia de que el cine sobre asesinos en serie reales o películas de ficción que se inspiran a la hora de elaborar las historias en psicópatas verídicos (como es el caso de El silencio de los inocentes, antes mencionada) es una fuente de inspiración.
La película de la debutante Patty Jenkins es una cinta más cercana al telefilme que a una película de serie A, que ha llegado a nuestras pantallas gracias a tener en el reparto a la actriz Theron, que además, aquí, también produce.
Monster se queda a medio camino entre el drama, el terror y el thriller, completamente perdida en sus labores y con graves problemas de enfoque, lo cual hace de la cinta una obra aburrida, tediosa y repetitiva. Su mayor problema estriba en que su realizadora y también guionista no ha sabido definirse hacia una banda u otra a la hora de relatarnos la truculenta historia de la prostituta y asesina Aileen Wuornos, una criminal (la primera asesina en serie de los Estados Unidos, aunque esto no es del todo cierto). Por un lado se vislumbra un intento de crítica hacia la sociedad, culpando a ésta de la creación de freaks o marginados sociales, algo excesivamente visto en muchas otras películas de este subgénero. Por otro lado da la sensación de que pretende que el espectador tenga compasión de la asesina, optando así por el melodrama, pero la frialdad con la que se han tomado ciertos aspectos provoca una sensación de indiferencia al respetable, sin lograr así su propósito. Todo ello hace de Monster una película confusa en cuanto a los temas sociológicos que busca abordar, trufada de resbalones en un guión endeble y lleno de lagunas, además de una dirección plana en la cual quedan patentes las carencias de esta debutante.
Si destaca por algo, pues, el filme, es por la interpretación protagonista, Charlize Theron, quien, en un afán de ganar su Oscar, produce la película y se somete a una sesión de maquillaje convirtiéndose así en una fealdad. Charlize perfila y matiza su personaje hasta tal punto que se convierte en una de las mejores interpretaciones que hemos podido ver en los últimos años, aunque la historia esté plagada de todos los convencionalismos y arquetipos utilizados en muchas otras películas de asesinos en serie.
Otro problema de Jenkins es que, a la hora de esbozar el personaje de Wuornos, se olvida de dibujar al otro personaje importante que hay en esta historia, Selby Wall (Tyria Moore en la vida real) haciendo Christina Ricci (considerada por muchos como la versión femenina de Johnny Depp) lo que puede en ese papel mal descrito, un personaje que debería haber dado más de sí y que por muchas razones nunca debiera haber sido interpretado por Ricci.
Todo ello hace de la película una cinta previsible y floja que deja al espectador con la misma sensación que a la hora de entrar en la proyección, es decir nada.
El tratamiento que se hace de Wuornos en la película no es el adecuado. Esta asesina tuvo gran resonancia en los medios de comunicación del momento al igual que arrastró tras de sí una gran polémica, ya que nunca quedó del todo clara su culpabilidad, pues Wuornos siempre alegó la defensa propia, pues, según ella, asesinaba a los clientes que se propasaban o intentaban violarla. Jenkins no se arriesga y no juega con la ambigüedad, haciendo que el espectador vea, juzgue y condene de sus actos a Aileen. Además, tampoco es la película lo suficientemente valiente como para tratar el tema de que el verdadero monstruo podría haber sido su compañera sentimental, pues hasta el último momento fue también sospechosa de colaboración con Wuornos; aunque no fuera asesina material, siempre quedó la duda de si había sido cómplice de algún modo.

Otro de los problemas de Jenkins es la documentación, cosa bastante extraña si tenemos en cuenta que ella misma se entrevistó con Wuornos mientras ésta se hallaba en el corredor de la muerte, y fue la única que tuvo acceso a las cartas que Aileen Wuornos escribió durante los doce años que esperaba ejecución, cartas dirigidas a una amiga de la infancia, donde la asesina explica, a modo de memoria, su infancia, trufada de abusos, violaciones, etcétera, por parte de su padre y un amigo del mismo, más los asesinatos que cometió, todo ello escrito con minuciosidad y detalle. Jenkins hace un repaso superficial a todo ello y se limita a utilizar la voz en off como recurso, para explicar el estado de ánimo de la serial killer. El problema es que esa voz en off, que corresponde al personaje de Charlize Theron, es una lectura literal de fragmentos de algunas de las cartas escrita por Wuornos a las que Jenkins tuvo acceso. Pero su intención de trascender por encima de la historia para entender a la protagonista pasa completamente desapercibido ante los aburridos ojos del espectador. Además, parece que los datos a los que tuvo acceso su realizadora a la hora de plasmar el guión son equivocados o mal presentados, porque Wuornos no era lesbiana, simplemente encontró el afecto que le faltaba en los brazos de otra mujer, pero nunca se definió ella como lesbiana, de hecho los estudios psicológico-criminalistas aseguraban que Wuornos no estaba definida sexualmente, que tenía una condición de asexualidad indefinida. Algo muy habitual en el perfil de muchos asesinos en serie, que niegan su condición al no tenerla definida; este tema tampoco se plasma en la película y muy superficialmente queda perfilado el sentimiento misántropo de la protagonista.
Resumiendo, una cinta errática, que no acaba de conseguir contar una buena historia de esta mujer que defendía sus actos como una libertad de la mujer, convirtiéndose así en la típica historia basada en hechos reales, más parecida a un telefilm de sobremesa que a una película con algo novedoso e interesante que contar.

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