Dirección: Kevin Macdonald.
País: Reino Unido.
Año: 2006.Duración: 121 min.
Género: Drama, thriller.
Interpretación: Forest Whitaker (Idi Amin), James McAvoy (Nicholas Garrigan), Kerry Washington (Kay Amín), Simon McBurney (Stone), Gillian Anderson (Sarah Merrit).
Guión: Peter Morgan y Jeremy Brock; basado en la novela de Giles Foden.
Producción: Andrea Calderwood, Lisa Bryer y Charles Steel.
Música: Alex Heffes.
Fotografía: Anthony Dod Mantle.
Montaje: Justine Wright.
Diseño de producción: Michael Carlin.
Vestuario: Michael O'Connor.
SINOPSIS
Por una increíble pirueta del destino, un médico escocés (James McAvoy) destacado en misión médica en Uganda queda irreversiblemente enredado con uno de los personajes más bárbaros del mundo: Idi Amin (Forest Whitaker). Impresionado por la descarada actitud del doctor Garrigan en un momento de crisis, el recientemente autonombrado presidente de Uganda, Amin, le elige como médico personal y como su confidente más íntimo. Aunque Garrigan se siente al principio halagado y fascinado por su nuevo puesto, no tardan en abrírsele los ojos al salvajismo de Amin y a su propia complicidad en él. El horror y la traición persiguen a Garrigan cuando intenta enmendar sus errores y huir con vida de Uganda.
Por una increíble pirueta del destino, un médico escocés (James McAvoy) destacado en misión médica en Uganda queda irreversiblemente enredado con uno de los personajes más bárbaros del mundo: Idi Amin (Forest Whitaker). Impresionado por la descarada actitud del doctor Garrigan en un momento de crisis, el recientemente autonombrado presidente de Uganda, Amin, le elige como médico personal y como su confidente más íntimo. Aunque Garrigan se siente al principio halagado y fascinado por su nuevo puesto, no tardan en abrírsele los ojos al salvajismo de Amin y a su propia complicidad en él. El horror y la traición persiguen a Garrigan cuando intenta enmendar sus errores y huir con vida de Uganda.
COMENTARIO
La película tiene el acierto de no presentar la historia desde el punto de vista del dictador, como tradicionalmente se ha hecho frente a personajes de este tipo.
Nos encontramos más bien ante un relato ficticio pero efectivo: un jóven escocés, Nicholas Garricgan, educado en un entorno represivo y recién graduado como médico, decide emprender una aventura lo más intensa posible, yéndose a trabajar lo más lejos posible de su familia.
Así, por azar, Garrigan llega a Uganda inmediatamente después del golpe de Estado de Idi Amin Dada y queda fascinado por el personaje, quien, por casualidades que no comentaré para que vean la cinta, termina convirtiéndose en el médico personal del dictador y en uno de los hombres de su mayor confianza.
Pero, poco a poco, se irá dando un aprendizaje moral en el médico, quien poco a poco irá percátandose de las atrocidades que ocurren a su alrededor. Se presentará así un cambio en el personaje, quien irá dejando poco a poco la frivolidad con la que vivía para pasar a sentir miedo y terror por el personaje que lo trataba como a un hijo.
El personaje de Nicholas Garrigan nos presenta a todos aquellos que, fascinados por un líder carísmático (y en el caso de Amin, también psicópata), aplauden a rabiar a los dictadores y desconocen (o fingen desconocer) las atrocidades que cometen estos regímenes. El desconcierto y la decepción posterior solo se presentan cuando un hecho les toca directamente. Como en el poema célebre de Brecht, la represión no importa hasta que no le toque que lo lleven a uno.
Amin, interpretado por el nominado al Oscar Forrest Whitaker (aunque extraña que James McAvoy, quien hace del médico, no haya sido nominado), es un personaje que ejerce su fascinación en la sombra. Recién en los últimos minutos de película nos enfrentamos a la cara más cruel del tirano. Al inicio, se nos presenta como un político consumado, que hará cosas con su pueblo y que no duda en bailar en los mítines. Pero, poco a poco, la soledad del dictador, sus paranoias y su crueldad iran aflorando.
La película tiene el acierto de no presentar la historia desde el punto de vista del dictador, como tradicionalmente se ha hecho frente a personajes de este tipo.
Nos encontramos más bien ante un relato ficticio pero efectivo: un jóven escocés, Nicholas Garricgan, educado en un entorno represivo y recién graduado como médico, decide emprender una aventura lo más intensa posible, yéndose a trabajar lo más lejos posible de su familia.
Así, por azar, Garrigan llega a Uganda inmediatamente después del golpe de Estado de Idi Amin Dada y queda fascinado por el personaje, quien, por casualidades que no comentaré para que vean la cinta, termina convirtiéndose en el médico personal del dictador y en uno de los hombres de su mayor confianza.
Pero, poco a poco, se irá dando un aprendizaje moral en el médico, quien poco a poco irá percátandose de las atrocidades que ocurren a su alrededor. Se presentará así un cambio en el personaje, quien irá dejando poco a poco la frivolidad con la que vivía para pasar a sentir miedo y terror por el personaje que lo trataba como a un hijo.
El personaje de Nicholas Garrigan nos presenta a todos aquellos que, fascinados por un líder carísmático (y en el caso de Amin, también psicópata), aplauden a rabiar a los dictadores y desconocen (o fingen desconocer) las atrocidades que cometen estos regímenes. El desconcierto y la decepción posterior solo se presentan cuando un hecho les toca directamente. Como en el poema célebre de Brecht, la represión no importa hasta que no le toque que lo lleven a uno.
Amin, interpretado por el nominado al Oscar Forrest Whitaker (aunque extraña que James McAvoy, quien hace del médico, no haya sido nominado), es un personaje que ejerce su fascinación en la sombra. Recién en los últimos minutos de película nos enfrentamos a la cara más cruel del tirano. Al inicio, se nos presenta como un político consumado, que hará cosas con su pueblo y que no duda en bailar en los mítines. Pero, poco a poco, la soledad del dictador, sus paranoias y su crueldad iran aflorando.
EL VERDADERO IDI AMIN
Nació en 1925 en la localidad de Kokobo. Su infancia la pasó junto a sus padres, dedicados a la agricultura, pertenecientes a la etnia Kawka y de religión musulmana.
Cuando el país aún era una colonia británica, ingresó a la carrera militar en 1943 como parte de la guardia del rey de Uganda. En la década de 1960 realizó estudios militares en Inglaterra e Israel, e intervino como parte del ejército inglés para sofocar la rebelión en Kenia.
De regreso a su país, continuó su carrera militar, siendo considerado como un general leal al entonces presidente Milton Obote. Llegó a ser nombrado como general de división y jefe de las Fuerzas Armadas en 1968.
Los escándalos de corrupción y el paulatino alejamiento en política exterior del Reino Unido, hizo que Inglaterra apoyara un golpe de Estado contra Obote en 1971, que sería encabezado por Amin. Israel también apoyó a este gobierno de facto.
En el ámbito internacional, luego de tener el apoyo inicial de ingleses e israelíes, viró de política, para comenzar a apoyar las causas del mundo árabe, en particular la cruzada antioccidental de Libia y la creación de un Estado Palestino.
Cuando Amin expropió propiedades del Reino Unido en Uganda y amenazó con expulsar a los británicos que quedaban en el país, las relaciones entre el ex imperio y la ex colonia terminaron de romperse.
Amin implantó un régimen de terror en su país. Si bien en un principio tuvo apoyo popular frente a la represión y corrupción de su antecesor, se ensañó con sus opositores, cometiendo masivas violaciones a los derechos humanos como desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y torturas, muchas de las cuales se cometieron con gran crueldad. Se calcula en 300,000 el número de ugandeses que murieron a causa de la política de represión de la dictadura.
Asimismo, en 1972, expulsó a 80,000 personas procedentes de la India, muchas de las cuales eran grandes propietarias de bienes en Uganda y sostenían la economía de este país.
El declive de Amin se produjo cuando intentó anexar parte del vecino país de Tanzania. El presidente de ese país, Julius Nyerere, se unió a los opositores a la dictadura dentro de Uganda y se consiguió el derrocamiento del régimen en 1979.
Amin nunca fue procesado por los crímenes que cometió. Se refugió en Arabia Saudita y permaneció allí hasta su muerte en 2003.
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