Dirección: Roman Polanski.
Países: Francia, Alemania, Reino Unido, Polonia, Holanda.
Año: 2002.
Duración: 148 min.
Interpretación: Adrien Brody (Wladyslaw Szpilman), Thomas Kretschmann (Capitán Wilm Hosenfeld), Daniel Caltagirone (Majorek), Frank Finlay (El Padre), Maureen Lipman (La Madre), Emilia Fox (Dorota), Ed Stoppard (Henryk), Julia Rayner (Regina), Jessica Kate Meyer (Halina), Ruth Platt (Janina).
Guión: Ronald Harwood; basado en la novela "El pianista del gueto de Varsovia" de Wladyslaw Szpilman.
Producción: Roman Polanski, Robert Benmussa y Alain Sarde.
Música: Wojciech Kilar.
Fotografía: Pawel Edelman.
Montaje: Hervé de Luze.
Diseño de producción: Allan Starski.
Dirección artística: Sebastian T. Krawinkel.
Vestuario: Anna B. Sheppard.
SINOPSIS:
“El pianista” recorre las penalidades de un pianista polaco, Wladyslaw Szpilman, quien desde el mismísimo centro del horror asiste impotente a la destrucción lenta de su familia, sus padres y sus tres hermanos, convencida como estaba de que la llegada de Hitler al país sería algo pasajero. En los primeros tiempos de la ocupación, Szpilman todavía consideraba que podía seguir adelante con su pasión y profesión musical, mas la realidad se encargó de hacerle ver que no. Huyendo de la muerte y de la sinrazón, el protagonista (sin duda la mejor interpretación de Adrien Brody hasta la fecha) deambulará por las calles de una ciudad sembrada de miedo y en las que la muerte era el único horizonte seguro.
Luego de algunos intento poco fructíferos, vuelve el gran director Roman Polanski con un film a su medida, y con un tema trágico que lo toca bien de cerca. El director narra en su autobiografía ("Roman") su brutal niñez de polaco judío, donde fue enviados junto con sus padres a un campo de concentración en 1940 bajo el régimen nazi. Abusado, testigo del horror, luego evadido con sólo ocho años de edad y refugiado entre familias católicas. Si bien varios de sus films tocan temas como la violencia; el horror y la muerte, ninguno lo enfrenta tan directamente como "El pianista".
El director de "El bebe de Rosemary", "Chinatown", "Repulsión" y "El cuchillo bajo el agua" vuelve a la pantalla grande con un clima emocionalmente devastador, dispuesto a enfrentarse cara a cara con sus propios fantasmas y vencerlos en el terreno que mejor conoce: el cine.
El film está basado en un drama real, en la vida de el pianista polaco judío Wladyslaw Szpilman, que evadió el tren que se llevó a su familia a un campo de concentración, luego escapó de los nazis, y pasó el tiempo de la guerra escondido.
Adrien Brody (La delgada línea roja) da una impresionante lección de actuación con su perfomance de el músico centrado en si mismo, que se va desmembrando sólo con el afán de sobrevivir.
Polanski sabe cómo captar el horror que uno sólo puede imaginar que causo el Holocausto, e intimar con él, como intimarán en la mayoría de las escenas violentas un ser humano contra otro, solo por causa de pertenecer a una raza diferente.
El director de "El bebe de Rosemary", "Chinatown", "Repulsión" y "El cuchillo bajo el agua" vuelve a la pantalla grande con un clima emocionalmente devastador, dispuesto a enfrentarse cara a cara con sus propios fantasmas y vencerlos en el terreno que mejor conoce: el cine.
El film está basado en un drama real, en la vida de el pianista polaco judío Wladyslaw Szpilman, que evadió el tren que se llevó a su familia a un campo de concentración, luego escapó de los nazis, y pasó el tiempo de la guerra escondido.
Adrien Brody (La delgada línea roja) da una impresionante lección de actuación con su perfomance de el músico centrado en si mismo, que se va desmembrando sólo con el afán de sobrevivir.
Polanski sabe cómo captar el horror que uno sólo puede imaginar que causo el Holocausto, e intimar con él, como intimarán en la mayoría de las escenas violentas un ser humano contra otro, solo por causa de pertenecer a una raza diferente.
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